domingo, 6 de noviembre de 2011

EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO

Para no variar, empecemos por el principio, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
Pues bien, cuando a principios de este año (2011) aterricé en la Gomera como una más de los turistas que la visitan, jamás pensé que me marcaría tan profundamente como lo hizo.
Fueron tan sólo cuatro días en los que huyendo un poco del frío de Madrid y del estrés agotador de la urbe.
Nada más llegar mis ojos se toparon con la roca desnuda frente al puerto, con sus franjas de colores que secretamente hablaban de miles de años de historia. Rojos, marrones, pardos, negruzcos…
En coche, buscando el parador, nos perdimos durante un rato, hasta que un encantador anciano nos indicó, tras una breve y cálida charla, el buen camino, no tenía pérdida.

Durante esos días, recorrí la isla a pie y en coche, entendiendo por recorrer lo que dan de sí cuatro días en un terreno abrupto y difícil como es el de la isla. Me atrapó completamente. No podía parar, necesitaba más, caminar más, hablar más, ver más…

En junio volví, esta vez por más tiempo, 21 días. Con unos guías de excepción, y con una ilusión cada vez mayor, fui adentrándome un poco más en su historia, en la cultura local, la gastronomía… y por supuesto, conociendo más a fondo sus paisajes, sus microclimas que tanto pueden variar de un punto a otro a pesar de lo pequeña que es la isla.

Finalmente, cosas del destino. Cuado volví a Madrid, pasé a ser un número más en la ya larga lista del paro. La ciudad se me hizo insufrible, la añoranza, la nostalgia me iban carcomiendo poco a poco el espíritu. Creí que enfermaría si no salía de allí. Así que lo tomé como una señal clara. “ Muchacha, coge tus cosas y vete a la Gomera”.
En un mes, recogí lo que había sido mi vida hasta entonces, me desprendí de lo prescindible, y partí a la aventura a mi querida isla.
Gracias a las buenas gentes que la habitan, que encontraron un lugarcito pequeño y acogedor para mí, vivo hoy en el lugar más maravilloso del mundo, un lugar que los reúne todos, una isla misteriosa y secreta ansiosa por ser descubierta poquito a poco, como todo lo bueno.
Aquí, comienzan mis andanzas, las andanzas de una goda en la Gomera.
¿Me acompañas?

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